Presa Romana Almonacid de la Cuba-hotel rural Lécera Zaragoza
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La presa de Almonacid de la Cuba se encuentra en el curso medio del río Aguasvivas, al norte de la sierra de Belchite en un barranco en una zona caliza y sustenta la carretera que va de Belchite a la localidad de Almonacid de la Cuba. Está a 6km del hotel rural Rincón del Cierzo, en el pueblo de Lécera, provincia Zaragoza.
Su estado final, que se observa en la actualidad, ofrece unos muros que en su pantalla adaptan una sección rectangular, consolidándose aguas abajo –por donde se alivia el agua- con un contrafuerte escalonado en la parte media; aguas arriba –donde se almacena el agua- también existe un contrafuerte escalonado, pero no es visible por las tierras sedimentadas. El hecho de que el barranco donde se construyó la presa fuera tan estrecho da el aspecto de acuñamiento a la presa, apoyada en las paredes naturales rocosas, lo que al mismo tiempo favoreció la conservación intacta de la obra.
(Foto: Roberto Lérida Lafarga 19/11/2007)
La presa debió de construirse en tres etapas, básicamente, hasta llegar a su forma definitiva. En un principio, la presa antigua sería una presa “de arcos”, construida en época de Tiberio (I siglo d. C.) con arcos y dos contrafuertes perpendiculares aguas abajo. El centro –o alma- de la presa se construye con opus caementicium –fuerte mortero u hormigón- y con opus incertum -piedras de tamaño pequeño e irregulares compactadas con mortero- recubierto de sillares de piedra en forma de paramentos con dos formas, opus vittatum –sillar pequeño o mampuesto escuadrado colocado en hiladas- u opus quadratum –piedras cortadas en forma de cubos o prismas cuadrangulares, en ocasiones almohadillados, es decir, con las aristas rebajadas, dando un bello efecto estético-. A esta primera fase corresponden dos tramos aguas arriba (con sistema de almohadillado de superficie plana) y la plataforma horizontal (el aliviadero superficial) aguas abajo.
Planta de la presa en arcos de Almonacid de la Cuba, según Arenillas M. et alii, La presa de Almonacid de la Cuba. Del mundo romano a la ilustración en la cuenca del río Aguasvivas, Zaragoza, 1996
La primera reforma se realizó en una de las partes más castigadas, el paramento de aguas abajo y el aliviadero superficial; en la reforma se usaron sillares de tipo rústico, forma constructiva de época de Claudio y Nerón (todavía en el siglo I d. C.) que daban mayor sensación de solidez. Esta reforma se nota en los huecos de las grapas que unían los sillares. Además, las filas inferiores se escalonaron levemente para aumentar la anchura del apoyo. Las superposiciones de paramentos de piedra evidencian sucesivos trabajos de mantenimiento de la presa, desgastada por la presión del agua, sobre todo en el aliviadero de superficie.
Hueco de una de las grapas metálicas utilizadas para unir los grandes sillares en opus quadratum de la presa
(Foto: Roberto Lérida Lafarga 19/11/2007)
En una segunda reforma la presa se convirtió en presa de contrafuertes o espaldón doble (aguas arriba y abajo). Esta modificación se lleva a cabo en el siglo II d. C. (en época de Trajano o Adriano) y conllevó la elevación de la pantalla y de la cota de servicio de agua desde los aliviadores superiores en 1,80 metros; para ello se reforzó el grosor de la pantalla con un terraplén escalonado en opus caementicium aguas abajo, conservado en seis gradas, y un muro vertical de opus vittatum. Pronto, en ese mismo siglo, fue necesario construir para este muro un contrafuerte escalonado con grandes sillares de opus quadratum aguas abajo. Con esta modificación la presa presentaba básicamente el mismo aspecto tanto aguas arriba como aguas abajo. La situación de la presa en el barranco de escarpes rocosos obligó al planteamiento de una estructura de sistemas escalonados en opus quadratum. La acumulación de barros, sedimentos, limos, etc. colmató la presa aguas arriba, por lo que en el siglo III debió de dejar de ser usada.
Sección vertical de la presa donde se observan las dos presas y los dos escalonados, según Arenillas M. et alii, La presa de Almonacid de la Cuba. Del mundo romano a la ilustración en la cuenca del río Aguasvivas, Zaragoza, 1996
La presa de Almonacid de la Cuba no tiene paralelos entre las presas hispánicas ni de otras provincias romanas, ya que su tipología resulta muy singular: dos faldones escalonados de opus caementicium y opus quadratum y la evolución de presa “de arcos” a presa de “faldones escalonados”. Tipológicamente sobresale también el sistema de desagüe, aquí doble, con un aliviadero superficial, generalmente en un lateral, como ocurre en esta presa, y con una toma de agua profunda a través de una torre (castellum ad caput, “depósito en un extremo”), desaparecido en Almonacid de la Cuba y que se encontraba aguas arriba.
(Foto: Roberto Lérida Lafarga 19/11/2007)
Se han observado restos de dos canales (rivi) de derivación inmediata; uno puede responder a un primer aliviadero ocultado después; pero del segundo se conservan dos tramos sobre las calizas naturales que debían alimentar las tierras de regadío de Belchite -más de 6.000 hectáreas- y quizás aguas urbanas para el castellum y las termas de la ciudad de nombre desconocido del Cabezo de Nuestra Señora del Pueyo de Belchite. De hecho la “acequia madre de Belchite”, entre esta localidad y Almonacid de la Cuba, es el canal originario romano, riega actualmente estas tierras, llegando hasta el cerro de la ciudad romana desconocida, y ha tenido un mantenimiento hasta la actualidad. En el cercano barranco de Barcalien hay restos de un acueducto original romano con unos tramos en roca natural de entre 0,65 y 0,75 metros de anchura y otros tramos con galería cubierta con bóveda de medio arco; las avenidas de agua por la barranquera han destruido seriamente esta galería cubierta. El acueducto continuaría por el Tercón hasta Belchite Viejo, por la acequia de la Playa, en zona de gravas naturales, hasta los campos inferiores de Nuestra Señora del Pueyo, salvando el Barranco de las Viñas con pilares pétreos no conservados y con specus (canal sobre un acueducto) de caliza fosilífera.
(Foto: Roberto Lérida Lafarga 19/11/2007)
Hacia 1787 se construyeron un batán y un molino que obligaron a reparar la pesa aguas abajo, para adecuar el primitivo ojo de alivio de aguas de la presa y derivarlo al nuevo canal del molino; a raíz del molino, la presa también sufre una reforma en la que en la zona superior se abre un gran aliviadero, perforando toda la pantalla de la presa y volviendo a colocar en su sitio los sillares romanos. La construcción de la carretera sobre la presa también supuso que se arruinara la parte superior de la misma.
(Foto: Roberto Lérida Lafarga 19/11/2007)
En sus aspectos técnicos las dimensiones máximas de la presa fueron 120 de longitud, 34 de altura y 27 de anchura, con una capacidad para 6.000.000 m3 de agua, tanto para uso urbano como para uso agrícola –para unas 7.000 hectáreas aproximadamente-; mezclaba opus caementicium, con opus incertum, opus quadratum y opus vittatum, procediendo los sillares calizos de las canteras de la actual Fuendetodos; con un desagüe superficial luego transformado en ojo de la Cuba, con un desagüe de fondo de galería y con una toma de aguas a través de un depósito (castellum ad caput). Es la presa de mayor altura entre las conocidas de su época de construcción de todas las existentes en el imperio romano: 34 metros superando los 100 de longitud.